En esta bella y sentida solemnidad de nuestro Santo Fundador, San Vicente de Paúl, celebramos la fidelidad de Dios en Sor Gloria Edith, quien despojándose de sí misma se entrega por entero a Jesucristo para servirlo en la persona de los Pobres…a quienes San Vicente llamó “Amos y Señores.
Sor Gloria Edith, hoy usted, ha decidido vivir toda para Dios a ejemplo de la Santísima Virgen María, quien no se reservó nada para sí, sino que se entregó toda entera y se abandonó en sus manos, dispuesta a hacer siempre su voluntad.
San Vicente de Paúl, tuvo también que despojarse de sí para descubrir todo lo que Dios había reservado para Él y años más tarde para cada una de nosotras Hijas de la Caridad. “Y que mayor acto de amor se puede hacer que entregarse a sí mismo totalmente, por estado y por oficio, para la salvación y el alivio de los afligidos”[1]
Hoy Usted, asumen vivir su vida en pobreza, obediencia, castidad y servicio a los pobres…
El Voto de pobreza, le permitirá vivir totalmente dependiente de Dios. No tendrá mayor riqueza que Dios mismo. La vivencia de este voto la impulsará a poner al servicio de sus hermanas y los pobres su persona, sus talentos, su tiempo…su vida entera.
El Voto de Castidad, le permitirá vivir con libertad y ensanchar su corazón para amar a Jesús y en Él a todos. Este voto la llevará a amar sin egoísmos. Amar hasta las últimas consecuencias. Amar al Señor que está presente en cada uno de los hermanos, especialmente en los pobres.
El voto de Obediencia, le permitirá hacer siempre la voluntad de Dios. Le ayudará a estar disponible y atenta al querer de Dios y a obrar con miras a su Plan de Salvación.
El Voto de Servicio a los Pobres, le permitirá servir a los Pobres con un espíritu de Humildad, sencillez y Caridad, viendo en cada uno de ellos el rostro de Cristo sufriente que necesita ser escuchado, perdonado, sanado y liberado. La actitud de sierva, la irá configurando con Cristo, que pasó por la vida haciendo el bien.
Sor Gloria Edith, y hoy en la solemnidad de San Vicente, evoco aquella oración que él elevó con tanto fervor a Dios, pidiendo por la Fidelidad de las Hijas de la caridad:
“¡Oh, Dios mío! Nos entregamos a ti. Concédenos la gracia de vivir y morir en una verdadera pobreza, de vivir y morir castamente; de vivir en una perfecta observancia de la obediencia. Nos entregamos también a ti, Dios mío, para honrar y servir, toda nuestra vida, a nuestros Señores los Pobres”[2]
Sor Gloria Edith, Siéntase feliz de ser elegida, llamada y destinada a vivir solo para Él en tan bella y Santa Vocación: la de ser Hija de la Caridad.
Hoy la provincia en nombre de la Compañía se une a su SI y a la generosidad de su familia para cantar como María el Magníficat por todas las obras buenas realizadas en su vida.
FELICITACIONES
Sor Gloria María Aguirre Franco
[1] San Vicente, 24 de noviembre 1558
[2] San Vicente, 19 de Julio 1640