BEATO LUIS JOSE FRANCOIS

BEATO  LUIS  JOSE  FRONCOIS

Fue un Misionero Vicentino, mártir durante la Revolución francesa. Beatificado  con  uno de sus cohermanos  llamado Juan Enrique Gruyer  en el año 1926. De Luis José no tenemos mucha información , pero con lo poco que hay podemos descubrir a un Misionero  ejemplar, estudioso , con una gran capacidad de liderazgo que le permitió  interesarse en la realidad socio-política de su tiempo  y en el futuro de la Iglesia en Francia  y no solo interesarse en ellos, sino vivirlos en carne propia. En las revueltas que se presentaron en el año 1789 y que fueron las que pusieron fin al Antiguo Régimen, Francia vivió  un tiempo de crisis  y confusión, con enfrentamientos entre la Religión y el Estado.  Esto llevó a Luis José a lanzarse la acción ; consultó, reflexionó, escribió y denunció los abusos  de un gobierno corrupto  que se aprovechaba del pueblo , denunció los impuestos que abrumaban al pueblo, especialmente a los campesinos;  y  la mayor de  sus  denuncias fue la que hizo cuando se negó rotundamente  al Juramento de la Constitución civil del clero, porque la consideraba cismática y como una  verdadera ruptura con Iglesia católica .  Por todas esas denuncias, el Padre Luis José  llegó a ser  uno de los principales protagonistas  del enfrentamiento entre la Iglesia y el Estado. Uno de sus cohermanos Vicentinos que, por milagro no murió con él, afirmó que  fue uno de los más  ardientes defensores  de la fe Católica.

El Juramento de la Constitución Civil del clero decía. “Juro mantener con todas mis fuerzas  una nueva Constitución que, de las ruinas  de la Iglesia fundada por Jesucristo, crea una Iglesia nueva  y diferente, sin otra fuerza y  apoyo que la voluntad del pueblo.”El  Beato Luis José publicó una  Apología  contra ese juramento, en pocos meses tuvo 7 ediciones; en ella decía: “Morir de hambre es un desgracia, pero es mayor desgracia vivir  como apóstata e infiel a nuestra  Religión católica.”Todo esto nos muestra su celo apostólico, su valor y firmeza y su adhesión total a la Iglesia, que defendió siempre corriendo muchos peligros.

Luis José  ofreció su casa que era el Seminario de San Fermín y que llegó a ser el refugio de muchos sacerdotes  que se negaban a aprestar el juramente y por tanto eran perseguidos  y no podían continuar su ministerio en las diferentes parroquias., allí se sentían protegidos. Pero la revolución tomaba fuerza, funcionaba así: por una parte el Comité  Revolucionario que permanecía en sesión permanente dando órdenes y vigilando  y por otra parte una turba de  de hombres y mujeres de condición miserable  que, acosados por el hambre se lanzaban a la persecución de todo lo que tuviera relación  con el Gobierno y la Iglesia porque la consideraban unida al Estado. Esas turbas eran las que atacaban, asaltaban y mataban; un Comité se encargaba de vigilarlas y  de darles una miserable remuneración.,

El Padre Luis José, como los otros sacerdotes se habían sentido relativamente seguro  en esa casa de San Fermín, tenían un Comité de guardia  civil para la vigilancia y protección de todos los moradores , sin embargo  la situación era tal que  debían estar preparados para cualquier desenlace. ; Unos días antes había hecho su Retiro espiritual, sin pensar que la confesión que hizo ese día  sería la última dese vida  y lo preparaba para el acto supremo del Martirio. El 3 de septiembre del año  1792 a las 5 de la tarde,  estaba el Padre Luis José con otros sacerdotes en una reunión, cuando de repente entraron a la fuerza hombres descamisado y armados; se habían dividido en 2 grupos, unos que entraron a la casa y otros que  quedaban  en la calle para  acorralar y coger al que intentara huir.

Cuando el Padre Luis José se dio cuenta del peligro subió al segundo piso con otros sacerdotes  y se refugiaron en un cuarto reservado  a los vigilantes ,pero no se escaparon, los bandidos forzaron la puerta , los arrinconaron y luego  con violencia los tiraron por la ventana del segundo piso a la calle, allí los recibió una turba enfurecida que los acabó de rematar a punto de palos y machetazos; desde otras ventanas tiraban también otras víctimas, fue  una verdadera carnicería en una vía pública. . Otros fueron asesinados en la misma casa, había  sacerdotes  y  seglares; el número tal de víctimas  en esa tarde sangrienta  fue de 78 personas, la mayoría Sacerdotes. Fueron muy poco los que lograron salvarse escondidos  en los baños y en los armarios. Entre las víctimas estaba  el Padre Luis José y Juan Enrique Gruyer Sacerdotes de la Misión, como también el Párroco  de San  Nicolás de Chardonnet.  Luis José, Nicolás Colin y Juan Carlos Coran   fueron Beatificados  el 17 de octubre  de 1926 Por el Papa Pío XI.

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