BEATO FEDERICO OZANAM

Es una de las figuras más  extraordinarias de la Familia Vicentina, un apóstol entregado por completo al ejercicio de la caridad, defensor de los derechos humanos,  protector de los obreros y los pobres,  apologista de la Iglesia católica, líder de los jóvenes, auténtico modelo del laico cristiano.   Fue un hombre  sabio, prudente, abierto a la Iglesia y a la sociedad,  apasionado por  Jesucristo y  enamorado de la Madre de Dios.  Nació en Milán (Italia) el 23 de abril de 1813, hijo de  Antonio Ozanam doctor en medicina y de  María  Nantas; una familia de 14 hijos, pero solo 4 de ellos sobrevivieron. Sus padres eran franceses, entonces en el año 1815 se trasladaron a Francia en Lyon  y Federico ingresó allí  al colegio; a los 16 años de  obtuvo el diploma de bachillerato y luego se matriculó en la Facultad de Derecho para dar gusto a su padre que quería que fuera abogado.

A los  20 años  fundó con algunos compañeros  la Conferencia de historia y cuenta lo siguiente:” Estábamos  invadidos  por un diluvio de doctrinas  filosóficas y queríamos fortalecer nuestra fe, porque algunos de los miembros  materialistas nos echaron en cara que como cristianos no hacíamos nada por los demás y que por tanto el cristianismo estaba muerto.” Estas palabras impresionaron a Federico  y al salir de la reunión dijo a uno de sus compañeros, este reproche lo merecemos, manos a la obra, socorramos al prójimo como hacía Jesucristo y que nuestra conferencia sea UNA CONFERENCIA DE CARIDAD, donde haya solamente jóvenes  cristianos que se ocupen de las buenas obras.

Los compañeros aceptaron bien la idea, pero ¿cómo llevarla cabo?  Eran7 jóvenes y ninguno de ellos tenía experiencia  a pesar de que eran buenos cristianos. Uno de ellos había oído hablar de la labor que Sor Rosalía hacía en uno de los barrios pobres de París, entonces fueron a consultarla. Como es natural Sor Rosalía los acogió con mucho  interés, los escuchó y orientó; convinieron en no dar dinero  sino visitarlos en sus casas  y de acuerdo con sus necesidades darles unos bonos que les permitían conseguir lo más urgente.; con ella determinaron cambiar el nombre por:”CONFERENCIA DE SAN VICENTE DE PAUL”.  Sor Rosalía fue una  Santa Hija de la Caridad  que respondió a las espectativas de esos jóvenes  a quienes enseñó  la forma de ir a los pobres  con un espíritu evangélico. La Sociedad de San Vicente  es deudora,  y no sería lo que es hoy, sin el encuentro de estas dos figuras: Sor Rosalía Rendu y Federico Ozanam.

En 1837 murió su padre en el transcurso de un viaje, el dolor de Federico fue grande,  se sintió  desamparado, tanto más cuanto que la familia quedaba  en condiciones difíciles; uno de su hermano era Sacerdote Misionero y el otro apenas tenía 12 años.  Federico asumió la jefatura del hogar para ayudar  y apoyar a su madre.  El 23 de junio  de 1841  contrajo matrimonio con Amelia Soulacroix, formaron un hogar profundamente cristiano que fue bendecido  con el nacimiento de su hija María.  El 1º. De mayo  de 1838 le escribe a  uno de sus mejores amigos y le dice: “Ahora estamos estudiando la vida de San Vicente  para que sus ejemplos nos penetren, porque un Santo Patrono  no es una consigna, es un ejemplo  que hay que seguir, una inteligencia para buscar luces, un modelo en la tierra y un protector en el cielo.”

 En otro  escrito dice:” Hay dos clases de asistencia, una la que humilla a los pobres y la otra  la que los honra.  La asistencia  los honra, cuando  se une al pan, la visita que consuela, el consejo que ilumina, la escucha que da confianza, la mano que se estrecha y que levanta ; por eso hay que tratar el pobre  con respeto y no solo como a un igual, sino como a  un Superior, como a un enviado de Dios.  La ciencia y el bien social no se aprenden en los libros, sino yendo a las casas de los pobres, sentándose a su lado y dejándose evangelizar por ellos.”  Las Conferencias de San Vicente se fueron multiplicando, en algunas no faltaban los problemas y entonces Federico  se veía en la necesidad de acompañarlas  e impulsarlas, eso  naturalmente  le exigía muchos  viajes, pero él hacía frente al trabajo, sin descuidar sus deberes de familia y sus obligaciones como Profesor. Llegaba al corazón de los jóvenes, porque los trataba con respeto y porque les comunicaba su  amor por la Iglesia y  los pobres.

En 1848 las revueltas populares  en París dejaron centenares  de familias en la miseria  y a ello se añadió la  peste que cobró miles de víctimas; tanto  las Conferencia  como Sor Rosalía  hicieron verdaderos milagros para atender esa emergencia.  Federico  conmovido ante esta situación escribió a  su madre y le dice:” El cólera ha creado  una situación espantosa; pocas personas  acomodadas han sido afectadas, pero ha hecho estragos entre los pobres que son miles; he visto a los traperos y a los niños amontonados, da lástima ver hombres y mujeres y niños  enclenques y pálidos, con los ojos hundidos agonizando. Felizmente en medio de este triste espectáculo  la caridad no se cansa y hace milagros”.

A partir del año 1834 la Sociedad de San Vicente fue creciendo considerablemente, así lo vislumbra Federico; en una carta  a uno de sus amigos le dice: “Quisiera que todos los jóvenes con cabeza y  corazón se unieran para las obras de Caridad  y se fuera formando así  por todo el país  una amplia Asociación  para el alivio de las clases populares. Hay que abrazar a Francia en una red de caridad.”  El  6 de marzo  de 1849 fundó el periódico  demócrata-cristiano llamado  “La Nueva Era,” , en él  escribió a menudo  exigiendo respeto  por los obreros , un salario justo, un horario  adecuado , una edad mínima para el trabajo , subsidio de enfermedad y libertad para cumplir sus deberes religiosos.  Para él la caridad   debía completarse con la justicia, porque la caridad por sí sola no bastaba. Sentó las bases  de un nuevo pensamiento social  condenando la esclavitud  y rechazando las diferencias entre ricos y pobres, sustituyó la limosna por la justicia, por eso es considerado como uno de los precursores de la auténtica Democracia cristiana.   

Llevaba Federico 2 años como Profesor de la Sorbona en París con una brillante carrera, cuando se vio obligado  en  1852 a renunciar a causa de su salud;  lo atacó una  grave enfermedad que no fue posible detener, a pesar de que   emprendió algunos viajes  para conseguir su salud,  el mal avanzaba. El 23 de abril cumplió  sus 40 años de edad, con ese motivo escribió: “Yo sé que cumplo hoy 40 años, más de la mitad del camino, tengo una esposa y una hija encantadoras, amigos y una carrera honorable, pero sé también que estoy atacado por  una grave enfermedad que agota mis fuerzas. Señor tú  no quieres que yo te ofrezca  mis ambiciones académicas, mis proyectos o mis bienes , lo que Tu quieres es mi persona , debo hacer Tu Voluntad  y por eso te digo: Aquí estoy ; aunque  me condenes a una cama  por los días que me quedan, no serán suficientes para darte gracias  por el tiempo que he vivido  y las gracias que he recibido ; si estas páginas son las últimas que escribo, que sean un Himno de  agradecimiento a tu Bondad.” El 31de agosto viajó a Marsella  pero ya estaba en un estado crítico. El 8 de septiembre fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen, se encomendó a Ella, en el día soportó intensos dolores  y a las 7 de la noche, percibiendo su muerte, levantó los brazos  y gritó: DIOS MIO TEN PIEDAD DE MI” luego  expiró.

El proyecto  de vida de Federico  fue como una plataforma sobre  cuatro pilares: La fe, la Iglesia, los pobres  y la Sociedad. ¿Que nos dice esta hermosa vida? ¿Qué nos diría Federico hoy si estuviera entre nosotros? ¿Qué concepto tenemos de la labor de los laicos en la Iglesia?  Federico fue un sabio y un santo que, en medio de su trabajo intelectual y familiar, se dio todo a Dios, convencido de que no hay otro camino que recorrer en la vida   más que el camino del Evangelio, siguiendo las huellas de Jesús. Supo al mismo tiempo irradiar su caridad y arrastrar tras de sí a muchos otros jóvenes, combatió con energía la injusticia y fue capaz de denunciarla públicamente sin ningún respeto humano.

En 1854 se reunieron en Roma más de 400 miembros de las Conferencias de San Vicente , con ocasión de la proclamación de Dogma de la Inmaculada Concepción  y el Papa Pío IX les dirigió la palabra  e hizo alusión a Fedeico Ozanam poniéndolo como modelo de auténtico cristiano , terminó diciéndoles : “El mundo ya no cree en la predicación  ni en las palabras , pero todavía cree en la Caridad y en el testimonio; marchad  vosotros  a conquistar  el mundo por medio del amor a Dios y a los pobres, la Iglesia cuenta con vosotros.”  El Papa Juan Pablo II eligió el encuentro de jóvenes en París  para Beatificarlo  el 22 de agosto de 1997 y presentarlo como a un auténtico modelo de discípulo de Jesucristo, y pensando que en él, numerosos jóvenes  encontrarán el impulso para comprometerse  con Dios

La vida de Federico fue corta, murió muy joven y sin embargo, hace ya más de 150 años  que su figura se destaca en la Iglesia y en la  Sociedad,  porque su contribución ha sido grande, porque ha dejado una estela de  santidad  y porque todavía hoy su vida y  su ejemplo tienen muchas cosas que decirnos., entre ellas que la caridad es un camino para la santificación y que  la santidad es posible para todos, como nos lo acaba de decir el Papa Francisco en su Exhortación sobre la Santidad.

Descargar Documentos

[acf_repeater field="archivos" sub_fields="documento,nombre_del_archivo"] %nombre_del_archivo% [/acf_repeater]
BehanceBehance