Servimos a Jesucristo en la persona de los pobres; San Vicente decía: “Ser Hija de la Caridad es amar a Nuestro Señor tierna y amorosamente” Un Servicio eficaz, corporal y espiritual, un servicio que no consiste sólo en la asistencia, sino que mira a la promoción del pobre, para ayudarlo a tomar conciencia de sus posibilidades y para darle herramientas necesarias a fin de que sea agente de su propia promoción. La asistencia en ocasiones es necesaria, por ejemplo ante un pobre con hambre, un enfermo…Dios opto por los pobres; por eso, la causa de los pobres es la causa de Dios, que quieren que tengan vida y vida en abundancia.