RESEÑA HISTORICA
Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl llegaron a Villamaría el 01 de enero de 1936; empezaron una obra de Promoción de la mujer cabeza de hogar; más tarde las Hermanas recibieron plazas educativas de parte de la Alcaldía Municipal y del Departamento para trabajar en un Colegio que ya existía y que más tarde se convirtió en la Institución Educativa llamada “Santa Luisa de Marillac”. Su Objetivo: Potenciar en las niñas y jóvenes, el desarrollo de habilidades, capacidades, valores morales, religiosos y cívicos.
“El jardín infantil Casa de Niños La Milagrosa” en el Municipio de Villamaría, Caldas; corresponde a una Nueva Propuesta de Educación; de un sueño compartido de ACOFOREC (Asociación Colombiana para la Formación Religiosa Católica) y las Hijas de la Caridad, en su deseo profundo de contribuir a la formación de los niños y niñas pequeños como los privilegiados de Dios y con base en la experiencia que se ha tenido en la Catequesis del Buen Pastor y la Aplicación de la Metodología Montessori.
La Misión del Jardín Infantil Casa de Niños “La Milagrosa” con Pedagogía Montessori, brinda al niño en sus primeras etapas de desarrollo una Educación Personalizada para una sana convivencia social basada en los principios de respeto, libertad y solidaridad, como también en el desarrollo de su ser biológico humano y espiritual y se espera a futuro que el Jardín Infantil en el municipio, sea líder en procesos de educación inicial a partir del modelo pedagógico de María Montessori bridando a los niños las bases necesarias para el desarrollo de las dimensiones (competencias) en los niveles posteriores a la educación inicial. Habrá esparcido semillas en la formación integral del ser humano con énfasis en su dimensión espiritual tomando la esencia de la Catequesis del Buen Pastor y con proyección en la integración de la familia.
El Jardín Infantil “Casa de Niños La Milagrosa” Se fundamenta en el acompañamiento a los niños en su construcción interna a medida que crecen, desde la infancia hasta la madurez. Basa sus Principios en el respeto por el desarrollo natural del niño a su propio ritmo. Por lo tanto, busca lograr que los niños sean felices y constructores de paz; para lograrlo es esencial crear una escuela y un método nuevo, donde el niño es el centro y principio de toda actividad y que pueda actuar con libertad, tomar decisiones, sentirse seguro, asumir retos, resolver situaciones, vivir en comunidad y aprender a valorarse así mismo.
Esto se hace realidad al crear un ambiente preparado con materiales que estimulan los sentidos y motivan al aprendizaje, al igual que formar adultos (padres de familia) con vocación hacia el descubrimiento de las potencialidades del niño, es decir, concebir la educación como una ayuda y preparación para la vida.
“En un ambiente preparado científicamente y con un adulto
Preparado integralmente, todo niño puede desarrollarse como
El ser humano que es y esto lo lleva a ser feliz” (María Montessori).