Tanto la PAZ interior como la PAZ social y política de las naciones es muy frágil, se hiere y pierde fácilmente. La Paz interior tiene enemigos internos y externos. Perdemos la paz, interior cuando nos dejamos llevar de dudas infundadas, susceptibilidades a flor de piel, insignificantes e invisibles para los demás, pero grandes e insoportables para nuestro
yo íntimo. (¿MI EGO?), cuando perdemos el dominio de nuestros propios impulsos y nos exasperamos, unas veces por todo y otra por nada, así muchas pequeñeces que no tienen trascendencia. En la mayoría de los casos, depende de nosotros mismos. Recordemos lo que nos dice el Papa Francisco:” no nos dejemos robar la paz”. Los factores externos como la violencia, los malos entendidos, las discusiones, los comentarios calumniosos, hasta donde nos sea posible, disculpar, cubrir con el manto de la Caridad, no dejarnos llevar del sentimiento. Buscar el diálogo. etc. Podemos alimentar nuestra paz interior orando y meditando la bendición que el mismo Dios recomendó a Moisés:” Yahveh dijo también a Moisés: Di a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los hijos de Israel. Dirán: YAHVEH TE BENDIGA Y TE GUARDE, YAHVEH HAGA RESPLANDECER SU ROSTRO SOBRE TI Y TE MIRE CON BUENOS OJOS. YAHVEH VUELVA HACIA TI SU ROSTRO Y TE DE LA PAZ. ES ASÍ COMO ELLOS PONDRÁN MI NOMBRE SOBRE LOS HIJOS DE ISRAEL, Y YO LOS BENDECIRÉ”. Números, 6, 22-27. No olvidemos dar buen ejemplo a nuestros pequeños; hijos, hermanos, sobrinos, parientes y vecinos. Ayudémosles a crecer en PAZ.
Bendiciones.
Sor Ma. Isabel M.S.